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Features an Introduction read by Ian Rankin. Mary Miller had always been an outcast. Burnt in a chemical mix as a young girl, sympathy for her quickly faded when the young man who pushed her in died in a mining accident just two days later. From then on she was regarded with a mixture of suspicion and fascination by her God-fearing community. Now, years later, she is a single mother, caught up in a faltering affair with a local teacher. Her son, Sandy, has fallen in love with a strange homeless girl.

It's late autumn in Edinburgh and late autumn in the career of Detective Inspector John Rebus. As he tries to tie up some loose ends before retirement, a murder case intrudes. A dissident Russian poet has been found dead in what looks like a mugging gone wrong. By apparent coincidence a high-level delegation of Russian businessmen is in town, keen to bring business to Scotland. The politicians and bankers who run Edinburgh are determined that the case should be closed quickly and clinically.

Saughton Prison, Edinburgh. 1962. Thomas Scott is a prison warder, assigned to watch over a man condemned to hang for the murder of his wife. As the two men talk over a number of days, Scott begins to doubt whether his prisoner is guilty of the crime. With the execution date looming, can he find proof of his suspicions? And at what cost? An exciting original short story from Ian Rankin, written for the landmark Radio 4 Book at Bedtime.

An illegal immigrant is found murdered in an Edinburgh housing scheme. Is it a racist attack, or something else? Rebus is drawn into the case, but he has other problems: his old police station has closed, and his masters would rather he retire than stick around. As Rebus investigates, he must visit an asylum seekers' detention centre, deal with the sleazy Edinburgh underworld, and maybe even fall in love. Meanwhile, Siobhan has problems of her own.

Inspector John Rebus must disinter all four cases to nail just one killer who might just lead back to the infamous Bible John. And do it while facing the glare of an internal inquiry led by a man he has just accused of taking backhanders from Glasgow's Mr Big, and with TV cameras at his back investigating a miscarriage of justice. One mistake is likely to mean an unpleasant and not particularly speedy death or, worse still, losing his job.

It begins with a phone call. Gordon Reeve's brother has been found dead in his car in San Diego; the car was locked from the inside, and he had a gun in his hand. In the US to identify the body, Gordon comes to realise that his brother has in fact been murdered. What's more, it is soon obvious that his own life is in danger.

Malcolm Fox and his team are back. They've been sent to Fife to investigate whether fellow cops covered up for a corrupt colleague, Detective Paul Carter. Carter has been found guilty of misconduct with his own uncle, also in the force, having proved to be his nemesis. But what should be a simple job is soon complicated by intimations of conspiracy - and a brutal murder committed with a weapon that should not even exist. The spiralling investigation takes Fox back to 1985, a year of turmoil in British political life.

For the right man, all doors are open ... Mike Mackenzie is a self-made man with too much time on his hands and a bit of the devil in his soul. He is looking for something to liven up the days and perhaps give new meaning to his existence. A chance encounter at an art auction offers him the opportunity to do just that as he settles on a plot to commit a "perfect crime".

En 1978 una joven llamada Maria Turquand fue asesinada en una habitación de hotel. Se investigó a los sospechosos, pero el culpable nunca apareció. John Rebus siempre tuvo la sensación de que algún detalle importante se le escapaba a la policía. Ahora ha decidido recuperar el caso y parece que eso aún puede acarrear imprevisibles consecuencias. No es lo único que le preocupa al exinspector Rebus. Darryl Christie, aspirante a controlar las actividades delictivas en Edimburgo, ha recibido una paliza que lo ha dejado fuera de combate.

En un bosque al sudeste de Edimburgo han encontrado el cadáver de un detective privado desaparecido desde hace más de una década. John Rebus conoce bien el caso, porque originalmente formó parte del equipo encargado de la investigación, que estuvo plagada de errores e intereses ocultos. Ahora tanto Rebus como la policía tienen una segunda oportunidad para atrapar al culpable, pero las presiones de la familia de la víctima y la prensa les dejan muy claro que se juegan mucho más que la reputación.

John Rebus sabe que si su hija Samantha le llama por teléfono de madrugada no es para darle buenas noticias. Angustiada, le confiesa que su pareja, Keith, desapareció hace dos días y no se sabe nada de él. Aunque Rebus no haya sido el mejor padre, Samantha es lo primero, así que pone rumbo al pueblecito costero del norte de Escocia donde ella reside y donde se ocultan más secretos de lo que parece. Es posible que, por una vez, sea mejor no descubrir toda la verdad.

Siobhan Clarke ha estado investigando la muerte de un importante abogado cuyo cuerpo fue hallado junto a una nota amenazante. En el otro extremo de Edimburgo, Big Ger Cafferty -la vieja némesis de Rebus- ha recibido una nota idéntica y una bala a través de la ventana. Entre tanto, el inspector Malcolm Fox aúna fuerzas con un equipo de agentes de Glasgow que está persiguiendo a una conocida familia de gánsteres. Si su presencia en Edimburgo tiene que ver con el asesinato y las notas, quizás esté a punto de empezar una guerra por el control de la ciudad.

Los buenos nunca son tan buenos y los malos nunca son tan malos pero hay un punto en que ambos se encuentran, y es entonces cuando el asunto puede ponerse interesante. Un accidente de tráfico en el culo del mundo. Implicados: la heredera de un magnate londinense y el hijo de un ministro, adalid de la secesión escocesa. Justo cuando el país se parte en dos ante el referéndum para la independencia. Algo en la escena no cuadra, y el veterano John Rebus, recién vuelto al cuerpo de policía, se pone a investigar.

Una serie de desapariciones aparentemente inconexas que se han ido sucediendo desde el cambio de siglo. Una madre decidida a descubrir la verdad. Un policía retirado desesperado por recuperar su antigua vida... Nina Hazlitt lleva una década preparada para escuchar la peor noticia sobre la desaparición de su hija. Pero sin cadáver, pistas, ni sospechosos, la investigación policial hace mucho tiempo que quedó aparcada.

Un joven poeta ruso ha sido asesinado durante un atraco que, al parecer, ha salido mal. La muerte coincide con la visita a Edimburgo de una delegación comercial rusa, y hay gente muy poderosa que quiere ver el caso cerrado cuanto antes. Pero ese no es el estilo del inspector John Rebus. No va a arrinconar un caso que huele a podrido solo porque alguien se lo aconseje. Aunque eso signifique buscarse problemas serios poco antes de su jubilación.

Cuando un diputado del Parlamento cae desde lo alto del castillo de Edimburgo, al inspector John Rebus le da igual que se trate de un caso incómodo. Nunca ha esquivado los problemas, así que se va a encargar del asunto. Aunque ese no sea el único desafío al que deba enfrentarse.

En un degradado barrio proletario de Edimburgo aparece asesinado un sin papeles. ¿Podría tratarse de violencia racista o de algo distinto? Sin dudarlo, Rebus se vuelca en el caso. Sin embargo, el inspector se enfrenta en esos momentos a otros problemas: han cerrado su antigua comisaría y sus jefes quieres que se retire, pero Rebus es más obstinado que nadie.

Las obsesiones pueden acelerar tu caída. Al inspector John Rebus le gustaría solucionarlo todo, pero para eso debe adentrarse en la oscuridad. En apenas unos días, se tiene que enfrentar a un pederasta reincidente, al inexplicable suicidio de un colega, a la enigmática desaparición del hijo de unos amigos y, sobre todo, a un peligroso psicópata deportado a Edimburgo por las autoridades estadounidenses.

Un exmilitar entra en una escuela de un pueblo costero al norte de Edimburgo, mata a dos jóvenes de diecisiete años y, luego, vuelve el arma contra sí mismo. En su investigación, el inspector Rebus descubre que el asesino y homicida tenía tanto amigos como enemigos en la comunidad, y que el mismo Ejército está poniendo trabas a su investigación.

Debido a su insubordinación, Rebus es enviado a un centro de "reeducación" para policías. Allí llegan otros cinco agentes en su misma situación, y juntos deberán resolver un antiguo caso sin cerrar. Sin embargo, Rebus guarda sus propios secretos sobre el caso y empezará a dudar de la verdadera finalidad de su reeducación y la sinceridad de sus ocasionales colegas. Pronto descubrirá sombras que emborronan el pasado.