Spanish Wells

La oscuridad de Guayaquil que muestra Gabriela Alemán en su novela Poso Wells, parece surgir del sedimento (el poso) del cuento de Wells. El país de los ciegos ambientado en Los Andes ecuatorianos. La novela continúa ese mito, el resabio de ese mito, y hace aflorar del fondo, lo monstruoso latinoamericano, a través de lo grotesco, la fantasía desaforada, el comic.

En el caos de nuestro día a día, puede ser difícil vivir y aplicar las verdades de las Escrituras. Queremos más de Jesús, pero nos encontramos buscando en nuestras propias vidas y nuestros propios logros nuestro valor e identidad. Y aunque esto puede mantenernos a flote por un tiempo, a menudo terminamos agotadas, desanimadas y anhelando más.

Los primeros hombres en la luna es una novela de romance científico de 1901 escrita por el británico H. G. Wells. Relata el viaje a la Luna por parte de los dos protagonistas principales: el empobrecido empresario Mr. Bedford, y el brillante pero excéntrico científico Dr. Cavor, el creador de una sustancia anti-gravitatoria a la que bautiza como cavorita.

En una reunión íntima en su hogar, el Viajero del Tiempo revela a sus invitados su asombroso invento: una máquina capaz de viajar a través del tiempo. Con escepticismo, sus amigos escuchan su apasionada explicación sobre las dimensiones y la posibilidad de desplazarse no solo en el espacio, sino también en el tiempo. Decidido a demostrar su teoría, el Viajero se embarca en un experimento que lo lleva a una era desconocida y distante. Transportado a un futuro misterioso, el Viajero del Tiempo se encuentra en un mundo donde sus nociones sobre la humanidad se ven desafiadas.

Un clásico de la ciencia ficción. Un científico construye una máquina del tiempo y ha llegado hasta el año 802.701, una época en las que el mundo está en plena decadencia, habitada por seres hedonistas (los ELOI), los Morlock y otras terribles criaturas que han sembrado la esperanza y también el caos. Su ambición, no obstante, lo llevará más lejos todavía, aún en contra de todas las posibilidades.

Trata de un profesor llamado Gibberne que en el ano 1899 invento una droga llamada el Nuevo Acelerador, como lo dice su nombre, acelera el cuerpo de quien lo toma, segun Gibberne no tiene rival en cuestion de medicamentos soporiferos, sedantes, etc. El Profesor llamo a su mejor amigo para comentarle sobre lo que podria hacer con la droga y tambien para que serviria.