Después de 65 días en coma inducido, Juan Carlos Paz comenzó una larga recuperación en la que aprendió a valorar la vida. A Puertollano, a su vez, le costó bastante acostumbrarse a vivir con el miedo tras el accidente. Veintidós años después, el alcalde Miguel Ángel Ruiz y vecinos del pueblo reflexionan sobre el futuro que les espera. Dependencia económica, contaminación, despoblación... Varios temas conflictivos ponen a la gente del pueblo frente a preguntas incómodas. ¿Pueden vivir sin refinería? ¿Va a ser posible conseguir una industria que contamine menos? ¿Qué le queda a Puertollano si eso no sale bien?

La búsqueda de causas y responsables comenzó en cuanto se apagó el fuego. Repsol aseguraba que el accidente había ocurrido por un fallo humano, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha denunció carencias en las instalaciones de la refinería... Y mientras tanto, la tensión entre los vecinos y trabajadores de Puertollano crecía cada vez más. Nemesio de Lara, presidente de la Diputación de Ciudad Real en 2003, explica la postura de las instituciones en esos meses de señalamientos y acusaciones cruzadas. Juan Carlos Paz recuerda cómo fue el proceso en el que llegó a un acuerdo indemnizatorio con la empresa y por qué lo aceptó.

El accidente de la refinería de Puertollano generó un enorme incendio que estuvo activo varios días. Las primeras 48 horas fueron vitales: mientras bomberos de toda España llegaban al complejo para intentar apagar el fuego, muchos vecinos huían del pueblo ante el riesgo de una posible nueva explosión. Casimiro Sánchez Calderón, alcalde de Puertollano en aquel momento, cuenta cómo preparó al pueblo para intentar evacuarlo. José Luis Culebras, bombero que participó en la extinción del fuego, recuerda esos momentos en los que puso en juego su integridad para ayudar a sus compañeros.