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Cuando Sherlock Holmes comienza con su carrera como investigador en este, uno de sus primeros casos, acaba de recibir una nota de contenido un tanto ininteligible, que está relacionada con Victor Trevor, el único amigo que Sherlock tuvo en los años que permaneció en la Universidad. Victor invita a Sherlock a pasar unos días en su casa en Norfolk y allí conoce a todo un personaje, el padre de Victor, al que Sherlock inmediatamente analiza, llegando a una serie de conclusiones totalmente sorprendentes.

Sherlock enseguida reconoce a un visitante inesperado: Percy Trevelyan un gran especialista en enfermedades nerviosas experto en catalepsia, que también fue compañero suyo de estudios. Cuando empezó, Trevelyan no tenía dinero para poder abrir una consulta en la exclusiva zona donde estaban los mejores especialistas, pero un mecenas llamado Blessington le propuso dejarle el dinero a cambio del 75% de sus beneficios.

Una amiga del doctor Watson, Isa Whitney, viene a pedirle ayuda para encontrar a su marido, que sin darse casi cuenta se ha convertido en un drogadicto. Ahora lleva varios días desaparecido y su mujer está desesperada.

La señora Susan Cushing recibe el correo un paquete que contiene ni más ni menos que dos orejas humanas cortadas que han sido metidas en sal. El inspector Lestrade sospecha que es una broma de unos estudiantes de medicina, pero Holmes sin embargo estas seguro tras examinar el paquete que se trata de la prueba de un crimen importante y como siempre los argumentos de sus explicaciones hacen a todos reconocer su razón.

Los Musgrave eran una de las familias más antiguas de Inglaterra. Uno de sus descendientes creó y instauró un ritual de la familia por el cual todos los primogénitos tenían que hacer un juramento muy especial al llegar a la mayoría de edad. Sir Reginald Musgrave va a contratar a Sherlock Holmes para que averigüe que es lo que ha sucedido con dos de sus empleados domésticos más queridos: Raquel, una de las doncellas y Richard, el mayordomo de la casa toda la vida, que han desaparecido.

Holmes está molesto y así se lo comunica a Watson, porque los asuntos que últimamente les han llegado para su resolución son de una nimiedad que no los hace acreedores de la profesionalidad del trabajo de investigación de Sherlock. - Fíjate Watson, nos acaba de pedir consejo una tal señorita Hunter sobre si debe o no aceptar o no un empleo de niñera. Es simplemente ridículo que nos molesten con estas tonterías.

El director del Trinity College en Cambridge viene a visitar a Holmes urgentemente para solicitar su ayuda en la búsqueda de Godfrey Staunton. Godfrey es el jugador más importante del equipo de rugby de Oxford y si no aparece antes del día siguiente, Oxford perderá el partido más importante de los últimos tiempos, ante Cambridge. Lo último que se sabe de Godfrey es que el día anterior por la tarde vino visitarle un hombre con barba al hotel y le entregó una nota. Según el portero, la nota debía ser portadora de terribles noticias porque a Godfrey se le descompuso la cara.

Sherlock recibe a un joven, John Openshaw, que quiere contratar sus servicios para ayudarle a resolver un caso familiar, que parece tener que ver con una carta en la que venían 5 semillas de naranja y un papel con las letras KKK. Unos días después de recibir la carta la polocía ha encontrado un hombre muerto en un estanque. Al no haber pruebas de lo contrario el veredicto fue de suicidio cerrándose el caso. Pero Sherlock va a abrirlo de nuevo y desvelar la verdad que no se supo encontrar entonces.

El señor Grant Munro explica a Holmes y Watson el problema que tiene con su mujer, con la que se ha casado recientemente. Todo en su matrimonio ha ido bien desde que se conocieron y se casaron hasta que recientemente su mujer ha empezado a tener una vida secreta que pretende ocultarle y además le ha pedido una suma importante de dinero, sin decirle para que lo quería. Munro se teme lo peor y los celos no le dejan dormir.

A mediados del verano, Sherlock Holmes recibe la visita del joven John Héctor MacFarlane que parece ser sospechoso del asesinato de un constructor llamado Jonás Oldacre. El joven está apesadumbrado porque todas las pruebas apuntan a que el ha cometido el delito. El inspector Lestrade de Scotland Yard localiza al joven en el estudio de Sherlock Holmes y ante las pruebas que considera evidentes lo detiene.

En una noche con un tiempo de perros, se presenta en el estudio de Sherlock y Watson en Baker Street, el joven inspector Hopkins de Scotland Yard totalmente desorientado por la muerte del joven Willoughby Smith. El joven era secretario del eminente profesor Coram, en la tranquila casa que éste tenía alquilada en Yoxley Old Place, en Kent. Un día, la doncella, tras oír un horrible grito, se encuentra al joven Willoguhby agonizando y sus últimas palabras son: “El profesor…; fue ella”.

Josiah Amberley ,es socio de la firma Brickfall y Amberley, fabricantes de materiales artísticos. Cuando se jubiló, se había casado con una mujer 20 años más joven que el. La afición de Amberley al ajedrez le hizo tomar amistad y llevar a su casa al doctor Ray Ernest. El interés del joven doctor fue pasando del tablero de ajedrez a la joven esposa de su competidor. Amberley acude a Holmes para que investigue la desaparición de su esposa que, aparentemente, ha huido con el joven amante y con todos los ahorros de su marido....

Una tarde de verano Watson se entera de que Sherlock Holmes no es el único que tiene esos poderes de observación y deducción tan increíbles. Tiene un hermano mayor que según él, le supera con creces en esas facultades. Así es como Watson conoce el club Diógenes y a Mycroft el hermano de su amigo.

El antiguo senador Neil Gibson encarga a Holmes investigar el asesinato de su esposa María para así poder eliminar cualquier sospecha sobre la institutriz de sus hijos Grace Dunbar. Al empezar la investigación Holmes enseguida averigua que el matrimonio del señor Gibson había sido un matrimonio poco feliz y que él se sentía muy atraído por la señorita Dunbar.

El Dr. Watson que ya lleva un par de años casado, es llamado de urgencia para que vaya al 221b de Baker Street, donde su buen amigo Sherlock Holmes, parece ser que está aquejado de una enfermedad asiática desconocida, que se supone que es mortal y muy contagiosa. Pero para desesperación de Watson, no es capaz de hacer nada para mejorar a su amigo y éste le pide que llame al gran especialista en esta enfermedad, el Sr. Culverton Smith.

El señor Ferguson acude desesperado al 221B de Baker Street, porque está convencido de que su esposa, originaria de Perú, está haciendo algo horrible: bebiendo la sangre de su bebé. Holmes escucha con atención al señor Ferguson, pero su escepticismo le hace pensar que está pasando algo muy diferente a lo que le cuenta el preocupado padre. Para intentar averiguar qué es lo que está pasando realmente, junto con Watson decide ir a la casa del señor Ferguson en Sussex y allí descubrirá una realidad más dolorosa de la que el señor Ferguson podía haberse imaginado.

Probablemente sospecharíamos que nos estaban intentando engañar. La pregunta sería ¿Cómo?Algo parecido le pasa al protagonista de nuestra historia, el Sr. Wilson, pero éste, decidido a no dejarse engañar, acude al gran Sherlock Holmes para que averigue qué es lo que hay de verdad y de falsedad en el asunto. Holmes, acompañado de su inseparable Watson, junto con el Inspector Jones de Scotland Yard y algunos otros personajes...van a tener que trabajar duro, para encontrar una solución al dilema del Sr. Wilson.

Peter el recadero trajo al estudio de Sherlock Holmes un sombrero viejo de fieltro y un hermoso ganso. Ante la sugerencia de Holmes, Watson intentó averiguar algo de tan singulares objetos, ...pero sin éxito. Una vez más tuvo que quedarse con la boca abierta cuando Holmes empezó a deducir datos de tan insignificantes objetos....hasta el punto de que iba a empezar para ellos una nueva aventura, con un peliagudo problema, que solo la inteligente capacidad deductiva de Holmes podía solucionar.

Sherlock escucha divertido como le quieren encargar la búsqueda de un loco que tiene como diversión destruir bustos del Emperador Napoleón. Lo que empieza como la persecución de un supuesto loco, a medida que se va desenredando la madeja va resultando ser algo que tiene bastante más sentido de lo que en su principio podían imaginarse y en contra de la simple visión de Lestrade, que considera que ha encontrado al culpable, Sherlock va mucho más allá.

Holmes en un alarde de su impetuosidad habitual se presenta en la casa de Watson auto invitándose a pasar la noche allí, pero tiene sus razones: al día siguiente por la mañana temprano pide a Watson que le acompañe para intentar resolver el caso del muy extraño fallecimiento del coronel Barclay.