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Mi perra vida

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By: Mi perra vida
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Fastidiado de las restricciones en las redes sociales, y sin postureo ni opiniones al vapor, aquí les dejo Mi Perra Vida Social Sciences
Episodes
  • Mi perra vida temporada 2025, episodio 51.
    Dec 18 2025
    Relato – En otra vida (1a parte) | Poema – En tanta libertad – Óscar Oliva | Reseña – El hombre invisible – H.G. Wells | Frase robada – Juan Villoro | Bonus track En otra vida Primera parte Nestor pedaleaba equilibrando la velocidad y su transpiración, se le había hecho tarde, el último grupo se enfrascó en una discusión sobre política que, nunca llevan a nada. Encadenó la bicicleta donde siempre, confirmó que no olía a sudor y trató de arreglarse el cabello, hoy era el último concierto y la universidad saldría de vacaciones. La primera vez que la vio fue cuando acudió al primer concierto de la temporada, consiguió uno de los boletos que la universidad regala a sus docentes, los más alejados de la orquesta. Nestor aceptó la reglas absurdas de la burocracia para la petición y entrega de las entradas de cortesía, no estaba en condiciones de darse el lujo de pagar ese entretenimiento, pero cuando vio en los carteles afuera de los salones que el coro y la orquesta de su universidad habían programado “Un réquiem alemán” de Johannes Brahms se entusiasmo muchísimo, así que, con el boleto más económico escucharía el concierto. Ese primer concierto fue por fin una pequeña tregua que le daba la vida, los últimos años su situación económica era precaria, vivía con lo elemental o menos, incluso se tuvo que tragar la vergüenza de ser el único profesor de la universidad que se movía con un medio tan innoble como la bicicleta, pero su adicción a visitar con demasiada regularidad el hipódromo lo había llevado a endeudarse a niveles rotundamente peligrosos. La última vez que lo buscaron sus acreedores lo pusieron en una situación tan grave que, casi se queda a dormir en la calle, a no ser por algún colega que le permitió dormir en su sofá, hasta que vendió casi todo, pagos sus deudas y consiguió un cuarto de azotea, desde entonces juró que jamas le volvería a pasar. Llegó temprano -a la postre Nestor llegó a pensar que si hubiera llegado a tiempo jamás se hubiera visto envuelto en esta situación-, apenas ubicó su asiento, miró a su alrededor, la sala estaba casi vacía y algunas personas se afanaban en terminar de acomodar atriles, precisar la posición de los micrófonos, dejando todo a punto. Voluntarios o becarios eran quienes hacían todos los preparativos sobre el escenario. Por un momento Nestor que había subido una de las integrantes, una chelista o violinista aventuró. La mujer joven, pero mayor que el resto de lo voluntarios y becarios, daba órdenes con demasiad facilidad, no podía ser parte de la orquesta pensó Nestor, la vio dar los últimos retoques al escenario y tras un par de minutos no la volvió a ver en todo el concierto, él deseaba que hubiese sido chelista para verla las dos horas del concierto, era su sueño. Se afanó en conseguir boletos para todos los conciertos, deseaba verla otra vez o más si fuera posible. Se había jurado no volver a enamorarse de la forma patológica que lo había llevado a la ruina emocional, desde que la observó, le pareció la mujer mas hermosa, lo perturbador era que la percibía excesivamente familiar, en sus deambulares insomnes pensaba de dónde la podía conocer, pero no lograba recordarlo. Al final sucumbió, esta decidido a buscarla y éste último concierto era su oportunidad, pero cuando en la eterna fila para entrar a la sala escuchó la segunda llamada, las esperanzas de verla se desvanecieron. Nestor ignoró prácticamente todo el concierto, volteaba de un lado a otro del escenario, ya había identificado dónde se escondía ella para ver a los violinistas, le afligía que fuera la pareja de alguno, pero durante toda la presentación no la veía por ningún lado, cabía la posibilidad de que justo hoy que se había armado de un valor irracional, justo en este último concierto, ella no estuviera. Terminó la presentación y la oleada de aplausos no se dejó esperar, los cuales se alargaron anormalmente para agradecer no sólo a los músicos y el director, sino a todos lo que hicieron posible la temporada, pero entre todos ellos, no aparecía. Esperó a que los empleados comenzaran a desmantelar el escenario, al no tener señales de ella fue a la puerta de servicio. Todos salían contentos, excitados de haber terminado con tantas semanas de trabajo, primero los músicos con el director, y después todo el personal de apoyo. Nestor escuchaba entre risas ponerse de acuerdo sobra la fiesta que tendrían para festejar el cierre; pero de ella nada, ni cómo preguntar, no sabía su nombre, y lo acusarían de pervertido si sólo se las describía, la había observado tanto que estaba seguro, podía hacer un retrato hablado idéntico. Al cerrar la puerta de servicio se convenció de su fracaso, tratando de justificar su destino, fue por su bicicleta, se hincó para retirarle el candado y guardarlo en su mochila, cuando casi se muerte del susto. -Penśe que la dejarías abandonada -le dijo ...
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    24 mins
  • Mi perra vida temporada 2025, episodio 50.
    Dec 12 2025
    Relato – La cura a las adicciones (cuarta parte) | Poema – El puente – Amalia Bautista | Reseña – Fabricación -Ricardo Raphael | Frase robada – Carole Fréchette | Bonus track La cura a las adicciones (cuarta y última parte) En el episodio anterior Thomas dio un segundo sorbo al café, y a punto de comenzar su respuesta fue interrumpido nuevamente por El Capitán. -Me gustaría avisarle que, todos los caballeros aquí sentados son personas serias y muy ocupadas, como pudo observar, este es un centro de operaciones, controlamos la mayoría del tráfico de drogas, armas y personas a nivel global, es el lugar más seguro y blindado del mundo. Por lo que, esta conversación es muy importante para todos los presentes. También sabemos que el gobierno de Estados Unidos, y otros con quienes tenemos estrechas relaciones comerciales, han intervenido en el juicio que lo trajo hasta aquí. Por lo tanto le rogamos sea honesto, no esperamos escuchar una replica de lo ya publicado en todos los medios. Thomas dejó de ver su taza de café, apoyó los codos en la mesa y cruzó los brazos. -Veo que están bien enterados de mi trabajo y el escándalo que montamos para terminar en prisión. Pero es muy probable que no supieran lo que pasó después de publicar mi último estudio, donde se demostró que el medicamento redujo en más del ochenta por ciento el consumo de drogas duras, y con pequeñas dosis de mantenimiento las recaídas eran prácticamente nulas. Pensándolo bien, tal vez ustedes lo sepan mejor que yo -volteó a mirar a El Capitán, quien contuvo una sutil sonrisa-. Pues lo primero que llamó la atención al consejo directivo de la compañía fue que, la nueva aprobación para el tratamiento de la adicción a drogas duras se estaba retrasando más de lo habitual, por “motivos de seguridad” argumentaban. Volví a revisar las bases de datos, realizamos análisis estadísticos más rigurosos y no encontramos nada inusual, lo mismo que en los estudios de obesidad, diabetes y cirrosis. La primera noticia me la dieron tirado afuera de mi casa con esposas en las manos, mientras me transportaban a la comisaria los custodios me enlazaron una videoconferencia con el presidente la empresa. Sin muchos preámbulos me pidió que lo disculpara por la terrible situación a la que me exponía, pero era el único modo de enmendar los errores de ese estudio. Yo le aseguré que no había tales desaciertos, no cabía lugar a dudas. Me explicó que el errar era el estudio en sí, no entendía a qué se refería. Ahora, que me explica su cartera de clientes, creo que todo es más claro. Me comentó que las agencias regulatorias y de seguridad de diversos gobiernos alrededor del mundo, me imagino que sus socios comerciales, le hicieron llegar sus preocupaciones sobre cómo éste fármaco podría afectar sus proyecciones económicas, los cálculos estimaban la caída de gran parte del tráfico y venta de drogas ilegales a nivel mundial, situación que de inicio era compleja, pero que arrastraría a sus socios del mercado financiero, minero, tecnológico y tantos otros que de un modo u otro facilitan o se benefician de esa actividad económica. Las estimaciones no eran halagüeñas, los mejores escenarios contemplaban una crisis peor que la del inicio del siglo pasado. Mientras iba camino a la prisión lo único que se me ocurrió fue proponer que se retractara el artículo, situación que ya se había dado con otros fármacos donde al final no demostraron la utilidad prometida, y fueron retirados del mercado. Aclaró que la decisión no estaba en sus manos, y la propuesta de generar tal escándalo y polarización de la sociedad era algo que ayudaría a distraer la atención del verdadero problema económico que surgía ante la cura de las adicciones. Me pidieron paciencia, que todo mi apoyo sería recompensado generosamente, apenas la situación en los mercados internacionales se calmara, comenzarían a trabajar en una reducción significativa de la condena. Thomas volvió a beber su café y se apoyó en el respaldo de la silla. La mesa permanecía pensativa en silencio. -Le agradezco su sinceridad Dr. Thomas, para nosotros esta información es muy importante. Efectivamente asesoramos a los gobiernos en las proyecciones financieras, pero el modus operandi para corregir el problema es autoría de nuestros socios, ellos son los expertos. -Me imagino que esta conversación se encuentra al margen de la compañía y sus socios ¿o me equivoco? -le pregunto Thoma a El Capitán. -Así es Dr. Thomas, de hecho el que usted fuera sentenciado de por vida en esta penitenciaria tampoco es azaroso. Esta reunión fue organizada para hacerle una propuesta. El Capitán se levantó de la mesa, invitando a Thomas para lo siguiera fuera de la sala de juntas, y detrás todos los integrantes de la reunión. Pasaron algunos pasillos y El Capitán se detuvo frente a una de las puertas, digitó un código que le permitió el acceso a un ...
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    22 mins
  • Mi perra vida temporada 2025, episodio 49.
    Dec 5 2025
    Relato – La cura a las adicciones (tercera parte) | Poema – Invocación – Mikeas Sánchez | Reseña – Poema – Maquina – Durrumbe – Eugenio Tiselli | Frase robada – H. G. Wells | Bonus track La cura a las adicciones (tercera parte) En el episodio anterior Thomas se disponía a terminar sus últimos pendientes en el laboratorio, y regresar a casa, deseaba un fin de semana tranquilo para disfrutar de un buen restaurante, tirarse al asoleadero en el jardín y chapotear un rato en la alberca. Su Porsche estaba estacionado al lado del de el director general, prestación de la empresa que recibió a los dos años de haber ingresado. Los biotecnólogos de la compañía llevaban años buscando fármacos que ayudaran al control de la obesidad, hace una década pensaron que lo habían logrado, pero cuando probaron el medicamento en miles de personas alrededor del mundo, se triplicaron las tasas de suicidios. La empresa casi se va a la ruina, pero los inversionistas confiaron en que iban por la senda correcta, así que la re-financiaron y continuaron sus investigaciones. Sabían que encontrar la cura para un problema tan frecuente que parecía invisible, sería una excelente inversión. Por eso no dudaron en integrar a Thomas a su equipo, su estudio en ratas mostraba un control del comportamiento como nunca antes visto, revirtiendo hábitos que eran imposibles de erradicar. Los inversionistas no estaban equivocados, dejaron a disposición de Thomas una pléyade de sustancias en experimentación, para que comenzara a evaluarlos y avanzar en su potencial desarrollo. En menos de dos años las pruebas en cerdos, en quienes el reto era mayúsculo por su ausencia de centro de la saciedad, demostraron controlar su consumo de alimento y bajar de peso, de forma casi mágica. Thomas había identificado un defecto en las células de diversos órganos, que afectaban su comportamiento, y administrando una inyección semanal a los animales, lograba esos increíbles hallazgos. Los primeros resultados en humanos coincidieron con la hipótesis planteada, tras probar varias dosificaciones, encontraron la manera de inducir modificaciones en el comportamiento de las personas, que les reducía el consumo masivo de calorías, y algunos otros cambios que al principio se consideraron irrelevantes, pero que a la postre consolidaron a la empresa a nivel mundial. En cuatro años de trabajo Thomas publicó los resultados de miles de personas con obesidad, tratados con su inyección mágica, el artículo científico demostraba una reducción de peso tan grande como la obtenida a través de las agresivas cirugías, destinadas a pacientes con severos problemas de salud derivados de la obesidad. Tras su aprobación en Europa y Estados Unidos, la empresa recibía toneladas de dinero en ganancias, tenían a la gallina de los huevos de oro. Para ese momento a Thomas le actualizaron su contrato y por primera vez en la historia un investigador, un científico tenía un convenio económico mejor que el de cualquiera de los mayores deportistas del mundo. Como si eso no fuera suficiente, de inmediato, sabiendo lo que había descubierto, iniciaron pruebas para ver si la medicina podría funcionar en otros escenarios. Así que, comenzaron a tratar enfermedades relacionadas, como la diabetes, problemas del corazón, renales, hepáticos; y todo mejoraba, ampliando el abanico de ingresos de la empresa. Thomas estaba convencido de que eso solo era el inicio, mientras su cuenta de banco se engrosaba significativamente, el seguía trabajando con sus ratas, nunca aceptó hacerse una figura pública, tenía mayor interés en sus experimentos, los cuales comenzó a mover hacia su verdadera pasión la modificación del comportamiento. Tras algunos ajustes, encontró la manera de mejorar modelos animales de enfermedades degenerativas. Los directivos no tardaron en comenzar a explotar estas posibilidades, sin saber que estaban abriendo la caja de Pandora. Llegó al portón de su casa, la puerta automática comenzaba a abrirse y de improviso, decenas de patrullas lo rodearon, Thomas estaba confundido, no entendía lo ocurrido, pensaba que todo debía ser un error, con decenas de policías armados con rifles lo obligaron a salir del auto y sometido en el suelo, le colocaban las esposas, le recitaban sus derechos y le gritaban que estaba detenido por el asesinato de decenas de sujetos de investigación. Cuarta y última parte Si no quieres leerlo a retazos, aquí está el cuento completo Invocación – Mikeas Sánchez Hay un lugar privilegiado para mi amado, aquel donde brotan la música y la danza, aquel que habitamos antes de la luz, antes de ser. Yo te invoco amado mío, donde sea que estés sueña conmigo, que nadie te haga olvidar que nacimos para contemplar los atardeceres de Ajway’. Yo te invoco amado mío, donde sea que estés, ¡Nómbrame!, Eres mi dualidad, la cima del Gran cerro, todos los orgasmos que me faltan. Poema – ...
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    14 mins
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