El río ya no se veía igual, los colores se desdibujaban, Paloma tuvo que dejar su hogar y buscar otro lugar que se llenara de color y con más mujeres ancestrales logran resistir en comunidad.

Fabiola guardó silencio por muchos años sobre las violencias vividas, pero tiempo después encontró a otras mujeres que tampoco habían hablado ni denunciado, un día "rompió el miedo antes de que el miedo la matara a ella", a pesar de los sentimientos de angustia, miedo, rechazo y estigmatización por los que podía pasar, sintió paz; sabía que iba a comenzar un camino de reconocimiento en el que no estaría sola.

Para Marcela, el río, la naturaleza y el canto de los pájaros son pilares importantes para ella, en la construcción de memoria, paz y sanación.

Esperanza nunca volvió a ver a su esposo, fue desplazada junto a sus hijas pero lleva muchos años trabajando en construir futuros posibles para otras mujeres desde que se atrevió a contar su historia.

Para Eliana, el turbante es la fuerza y resistencia de una raza, significa orgullo y superación, es un pedazo de tela que habla y simboliza irreverencia, para ella el tejer un turbante es empoderador, el hacerlo con otras mujeres es sinónimo de unión y resistencia entre todas. Cada manera en la que usa el turbante simboliza diferentes significados.

Hay mujeres que viven muchas vidas, ese parece ser el caso de Andrea, a veces es necesario renacer las veces que sea necesario para poder afrontar lo que trae cada vida, pero esta última ha podido vivirla junto a otras mujeres que le han ayudado a sentar raíces.