En este episodio de La Biblia en un año, Jesús continúa enseñando sobre el Reino de los cielos mediante parábolas. Primero, cuenta la historia del sembrador y la cizaña, mostrando que en el mundo coexisten el bien y el mal hasta el fin, y que Dios separará la justicia del pecado en su tiempo. Luego, enseña sobre el tesoro escondido y la perla de gran valor, ilustrando que el Reino de Dios vale más que cualquier posesión y que vale la pena renunciar a todo para alcanzarlo. Finalmente, con la parábola de la red de pescadores, Jesús recuerda que habrá juicio y separación entre los justos y los malvados. El mensaje central es que seguir a Jesús tiene un costo, pero el valor del Reino de Dios supera cualquier sacrificio. Se nos llama a reconocer el enemigo, proteger la Palabra de Dios y valorar la riqueza eterna del evangelio.

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En este episodio de La Biblia en un año, Jesús enseña sobre las Cuatro Tierras para ilustrar cómo los corazones humanos reciben la Palabra de Dios. Algunas semillas caen junto al camino, otras en terreno pedregoso o entre espinos, y solo las que caen en buena tierra producen fruto abundante. La parábola muestra que no todos responderán igual al evangelio, pero nuestro llamado es sembrar la Palabra sin depender del resultado, confiando en Dios para la cosecha. El mensaje central es que nuestro corazón debe ser buena tierra, receptivo y profundo, permitiendo que la Palabra de Dios transforme nuestra vida y produzca fruto para Su Reino.

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En este episodio de La Biblia en un año, conocemos a una mujer quebrantada que se acerca a Jesús en la casa de Simón el fariseo. A pesar de su pasado y de ser juzgada por los líderes religiosos, ella demuestra gran amor y devoción al ungir los pies de Jesús con sus lágrimas y perfume. Jesús reconoce su fe y perdona sus pecados, mostrando que el verdadero perdón y la salvación no dependen de méritos humanos, sino de la humildad y la necesidad de Dios. El episodio nos recuerda que todos somos pecadores necesitados de gracia, y que solo al acercarnos a Jesús con fe genuina podemos experimentar perdón, restauración y amor verdadero.

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