Os traemos la predicación de Sergio Gallardo, quien a través de diversas anécdotas nos invita a reflexionar sobre la confianza plena en el Señor.

Os compartimos la predicación de nuestro pastor Ángel Martínez, quien nos habla de las historias de hermanos en la Biblia para mostrarnos que cada uno de nosotros decide qué tipo de hermano quiere ser. Desde Caín y Abel hasta Jacob y Esaú, aprendemos que Dios mira el corazón con el que venimos: ¿traemos un sacrificio vacío o uno de alabanza genuina? Ángel nos recuerda que no podemos sustituir las promesas de Dios con métodos humanos, como hicieron Abraham y Sara con Ismael. También nos advierte del peligro de buscar cargos, como Juan y Santiago, o de perdernos en la obra sin priorizar al Señor, como Marta. Finalmente, nos invita a valorar la gracia, evitando la actitud del hermano mayor de la parábola, y a mirar al Primogénito perfecto: Jesús, nuestro hermano mayor, quien nos guía, nos ama y ha prometido estar con nosotros hasta el fin.

En esta ocasión hemos tenido un culto muy especial dirigido por nuestro grupo de jóvenes. Os compartimos la predicación de Marc Martínez, quien nos invita a reflexionar sobre cómo vemos a Dios: ¿es realmente el centro de nuestra vida o solo una parte más de ella? Cuando Dios se convierte en nuestro núcleo, todo en nosotros se ordena y adquiere propósito. Marc nos recuerda que vivir para Cristo es ganancia y que solo lo eterno tiene verdadero valor. Nada en este mundo puede igualar la plenitud y la felicidad que se encuentran en Él. Por eso, debemos revisar constantemente nuestro corazón y asegurarnos de que todo lo que hacemos orbite alrededor de Dios. Terminamos con una oración muy especial de Sergio Rey. Nuestros jóvenes, todos ellos, incluso los que no aparecen en la grabación, lo han hecho genial y han mostrado que son movidos por Dios.

El mensaje que hoy el Pastor Ángel nos comparte, nos lleva a pensar en las veces que nos sentimos con temor a diversas cosas, pero sobre todo a la oscuridad o a lo desconocido, pero la palabra de Dios nos enseña que el perfecto amor de Dios echa fuera el temor.
A través de la Biblia conocemos los nombres de Dios, que revelan su carácter y poder, mostrando que Él es infalible aunque nosotros seamos falibles.
El diablo (acusador) y Satanás (adversario) buscan robar, matar y destruir, por eso debemos mantenernos firmes en la fe y resistirlo.
Dios es amor, y quienes han experimentado su gracia viven bajo ese amor que transforma.
El mensaje de Dios es coherente y completo: amar como Él nos ama.
Ese amor es el vínculo perfecto que une, fortalece y refleja la verdadera naturaleza de Dios en nosotros. Te invitamos a escucharlo.

El pastor Ángel nos relata y recuerda un poco como era la primera iglesia, como es el modelo perfecto que Dios estableció para nosotros. Fue una iglesia dirigida por el Espíritu Santo, comprometida con la predicación, marcada por la fe y sostenida aun en medio de persecución y oposición. A pesar de los ataques y cárceles, como en el caso de Pedro, Juan, Pablo y Silas, la iglesia no retrocedió, sino que creció, se fortaleció y vio la obra sobrenatural de Dios.

Ellos vivían en arrepentimiento, comunión, obediencia y confianza total en que Dios era quien hacía la obra. La fe no era solo una idea, sino una acción que producía milagros y transformación, así como sucedió con Abraham, Noé y los milagros de Jesús. La iglesia primitiva sabía que Dios es soberano y contaba con cada uno de ellos para extender Su Reino.

Hoy, también somos llamados a creer, actuar y vivir esa misma fe que transforma vidas, familias y ciudades; entendiendo que somos hijos de Dios, y que todo es posible para el que cree.

Sergi en septiembre fue invitado al Centre Cristià Betània Navàs, iglesia en la que creció y allí compartió un mensaje que compartió en nuestra iglesia pero no pudimos editarla por problemas técnicos. Así que te invitamos a escucharla.

Al iniciar la reunión Sergi hizo una pregunta y fue —“¿Con qué animal me identifico?”— como punto de partida para explorar la auto-percepción de la audiencia a través de la simbología animal. A partir de esta reflexión, se analizaron las interpretaciones psicológicas asociadas a distintas categorías de animales, revelando cómo cada elección refleja valores, emociones y anhelos personales. Finalmente, el mensaje concluyó enfatizando que, más allá de la manera en que cada ser humano se percibe a sí mismo, lo verdaderamente importante es cómo Dios nos ve. Y que Él es el pastor de las ovejas.

El tema que hoy Sergio Rojas nos comparte es acerca de la “Guerra espiritual: El Rey aún tiene una última jugada” nos recuerda que la vida cristiana se desarrolla en medio de una batalla invisible pero real. Así como en una partida de ajedrez, donde cada movimiento tiene un propósito, en el mundo espiritual también hay estrategias divinas y ataques del enemigo. Aunque el diablo intente destruirnos, Dios siempre tiene la jugada final y su victoria está asegurada.

Se nos enseña que existe un mundo espiritual más tangible de lo que creemos, como lo muestra Daniel cuando tuvo visiones que revelaban luchas entre ángeles y principados. En este mundo, Dios presume de sus hijos, como hizo con Job, mientras que el enemigo busca oportunidades para atacarlos. Sin embargo, esos ataques no son para destruirnos, sino para que se manifieste nuestra fidelidad y el carácter de Cristo en nosotros.

Jesús mismo fue reconocido por el Padre como su Hijo amado (Lc 3:21), y aun así fue tentado, porque el diablo pensaba que podía hacerlo caer.

Las cosas momentáneas y pasajeras generalmente no vienen de Dios. Por eso, la clave para mantenerse firme en medio de la guerra espiritual es permanecer conectados con Él, en comunión constante, guiados por su Espíritu y no por los sentimientos.

En resumen, la predicación nos invita a entender que aunque el enemigo juegue sus piezas, Dios siempre tiene la última jugada

Os compartimos la predicación de nuestro pastor Ángel Martínez, quien nos recuerda que el mensaje de Jesús, aunque lleno de amor, es dinamita para nuestro ego. A través de los conceptos de outsider e insider, nos desafía a examinar nuestra relación con la iglesia: el outsider vive en la periferia, creyendo que puede seguir a Cristo sin congregarse, mientras que el insider está dentro, pero con un corazón lejos de Dios. Jesús nos llama a ser verdaderos pámpanos de la vid, unidos, fructíferos y llenos de amor. No basta con estar, hay que pertenecer con sinceridad y vivir con reverencia, fe y comunión.