GLP-1, obesidad y corazón: cuando la fisiología se vuelve prevención cardiovascular
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🧠 RESUMEN DETALLADO
Artículo: GLP-1 physiology in obesity and development of incretin-based drugs for chronic weight management
Autor: Jens Juul Holst
Revista: Nature Metabolism 2024
Tipo: Review narrativa, fisiología + farmacología + implicaciones clínicas y políticas
1️⃣ El punto de partida: por qué este paper importa
Este review deja algo claro desde el inicio:
👉 la obesidad entró oficialmente a la era farmacológica eficaz.
Con semaglutida y tirzepatida ya no hablamos de “bajar 5% si te portas bien”, sino de pérdidas de peso de 15–25% sostenidas por 70–90 semanas, algo que antes solo se veía con cirugía bariátrica
Eso cambia TODA la conversación:
Obesidad como enfermedad crónica.
Tratamiento crónico, no “ciclos”.
Impacto real en DM2, CV y mortalidad.
2️⃣ GLP-1: no es magia, es fisiología elegante
Holst recuerda algo que muchos influencers olvidan:
GLP-1 es una hormona, no un truco farmacéutico.
📍 Se secreta en células L del intestino en respuesta a nutrientes.
📍 Tiene vida media ridícula: 1–2 minutos, porque DPP-4 la destruye sin piedad
Por eso:
Medir GLP-1 intacto es casi inútil.
Se usa GLP-1 total (activo + metabolito) como reflejo de secreción real.
Y aquí viene lo importante:
👉 En obesidad, la secreción postprandial de GLP-1 está atenuada, y entre mayor obesidad, peor respuesta
👉 La pérdida de peso revierte parcialmente este defecto.
3️⃣ El cerebro manda (y el estómago obedece)
El paper es muy claro y muy incómodo para algunos:
🧠 El efecto antiobesidad del GLP-1 es CENTRAL, no periférico.
No aumenta gasto energético.
No “quema grasa”.
Reduce ingesta al modular centros de apetito y recompensa en SNC.
La figura clave del artículo explica que el GLP-1:
Actúa vía aferencias vagales.
Señaliza a tronco encefálico e hipotálamo.
Modula saciedad y conducta alimentaria antes de ser degradado
💥 Dato incómodo:
Las náuseas NO explican la pérdida de peso. Los estudios muestran reducción ponderal incluso cuando no hay efectos GI
4️⃣ De liraglutida a tirzepatida: la escalera evolutiva
El review hace un recorrido histórico impecable:
Liraglutida 3.0 mg: pérdidas de ~6–8%, aprobación inicial para obesidad
Semaglutida: salta a pérdidas >15%.
Tirzepatida (GIP/GLP-1): hasta 25%, rivalizando con cirugía bariátrica
Además:
Beneficio CV claro (SELECT: –20% MACE).
Efectos independientes de peso en sensibilidad a insulina con GIP.
5️⃣ El elefante en la habitación: mantenimiento, costo y ética
Holst no se hace tonto:
💸 Son caros.
🏭 La producción no alcanza.
📆 Suspender el tratamiento = recuperar peso.
Conclusión incómoda pero honesta:
Si la obesidad es crónica, el tratamiento también lo será.
El futuro apunta a:
Moléculas orales.
Más competencia.
Precios más bajos.
Uso prioritario en síndrome metabólico y alto riesgo CV