Este episodio fue básicamente terapia barata con micrófonos. Sacamos el manual del acento “corona-culitos” en lugares random tipo Milwaukee, nos pusimos rap-nerds mencionando a Johnny Depp dropeando del liceo en Miramar High School y a los panas Rick Ross y Ace Hood que vivían por nuestros suburbios godín-premium. También hablamos de documentales deportivos, especialmente el de los vaqueros de Dallas Cowboys). Un rant anti-Apple mientras celebramos la PC nueva del Chef.

Celebramos 37 años del Chef como gran hito. Nos fuimos por la madriguera del cine con Bayona, fantasías middle-class de golfas y la eterna pregunta: si dejas herencia, ¿viene deuda de combo o solo un PlayStation embrujado?

En este episodio nos pegamos… pero de conversación buena. Arrancamos recordando los gloriosos días de MySpace, cuando los perfiles tenían más brillo que una licra ochentosa, y terminamos rajando de los influencers que ahora descubren “lugares secretos” donde ya hay más colas que en el banco. Entre quejas, risas y anécdotas, hablamos de cómo las redes se pusieron intensas, del turismo “instagrameable” y del viaje de Peña por el sur de España, donde hasta las rocas tienen más historia que muchos influencers. Spoiler: España sigue siendo hermosa… a pesar de los tours de 30 chinos y los discursos de TikTok.

Hablamos del turismo en Madrid, de cómo los influencers destruyen los “lugares secretos” (que ya parecen centros comerciales), y de esos bares con contraseñas “cool” que resultan ser una cagada. También nos fuimos por la tangente con médicos que te dicen que estás perfecto y te lanzas a celebrar con colesterol, las mamás del colegio que escriben como cavernícolas, y la inteligencia artificial que ya piensa por nosotros. Todo mientras uno de nosotros se recupera del COVID y el otro de la gastritis, o sea, pura salud.

Terminamos hablando del nuevo escándalo de apuestas en la NBA. Entre teorías conspirativas, deportistas con dedos flojos y árbitros turcos con cuenta en Bet365, nos preguntamos si el deporte sigue siendo deporte o ya es puro teatro con uniforme. Spoiler: probablemente lo segundo. Todo mientras planeamos el “revamp” del podcast… porque si no crecemos, al menos que nuestros papás sigan pensando que algún día lo haremos.

En este episodio nos pusimos guapos —y un poco existenciales— hablando de barbas pintadas, tintes “negro betún” y el dilema de si el mantenimiento estético te convierte en fake o simplemente en un ser humano que se arregla. Entre risas y confesiones, terminamos recordando aquella vez que casi morimos en un taxi de los años 70 en plena selva venezolana, mientras un loco oriental nos llevaba “a salvo”. También hubo análisis profundo sobre la calvicie, el envejecimiento con estilo y los arrepentimientos de la vida…

Hablamos de Magic: The Gathering, los muñequitos que ya no caben en la repisa, y cómo jugar con panas en línea te puede devolver el alma… aunque parezca reunión de boy scouts adultos. Después nos fuimos a filosofar sobre si el entretenimiento está muerto o solo está en coma inducido por TikTok, y terminamos hablando de teorías loquísimas tipo “Paul McCartney murió hace 50 años” y “la Tierra es plana”. Cerramos con la pregunta existencial de los 30s: ¿es vivir solo una bendición o un castigo?

En este episodio nos pusimos a destripar lo que de verdad importa en la vida: los bailes ridículos de TikTok, el drama existencial de vivir con o sin estaciones, los recuerdos que te activan canciones de hace 20 años, y esos tíos cuarentones que todavía llegan a la fiesta con un Jägermeister bajo el brazo como si fuera 1999. Todo con cafecito, pastelitos.

Nos pusimos melosos recordando vallenatos dedicados en la adolescencia, confesamos nuestros lugares favoritos para reciclar citas “originales”, destapamos historias de panas boleteados con el famoso “formato PDF” y nos lanzamos de cabeza a hablar de las crisis existenciales de los 30 y 40… incluyendo la peligrosa tentación del Cocorino Romano a destiempo.

O comprarte una patineta para sentirte “joven” (y terminar en urgencias con los tobillos partidos), hasta querer tatuarte el alma con hobbies que abandonas al mes. También confesamos nuestras conversaciones filosóficas con señores de tercera edad en la parada del bus, debatimos si es válido pintarse las canas estilo “pirata barba negra” y descubrimos que en las barberías dominicanas te perfilan las cejas sin pedir permiso. Todo esto mientras aceptamos que ya no somos “los chamos de la rumba”, sino los señores que llegan y apagan la fiesta.

En este episodio hablamos de la fantasía de ganarse 1.8 billones en la loto (spoiler: seguimos pobres), hablamos de cómo reconstruir orejas como si fueran legos, de por qué Molotov ya no prende ni con gasolina, y hablamos de un descubrimiento científico en la piscina: los jets no solo filtran el agua… también filtran la soledad de las cuarentonas.

Despues lloramos la eliminación de Venezuela, discutimos si mandar demasiados reels te convierte en un fastidioso profesional, recordamos los memes de la vieja escuela que todavía pegan más que muchos nuevos, y de cómo ahora hasta para vender pollo frito te lanzan un comercial con más carne que el combo familiar.

También discutimos el reality show imaginario de quién tiene el pipe más grande entre los más chiquitos (apúntate HBO), los gringos jugando a ver si invaden o no a Venezuela mientras Maduro arma milicias de abuelitos, y cerramos con Putin y Xi Jinping compitiendo a ver quién dura más… en la vida y en la cama soviética.

En este episodio nos pusimos filosóficos… pero con barba. Hablamos de la odisea existencial de pintarse o no las canas, de si un calvo con barba se ve gangster o pene gigante, y del eterno dilema de si es mejor rockear el “salt and pepper” o dejar que la gentrificación invada tu cara. Pero no todo es estética facial: también nos fuimos a explorar cómo el contenido más estúpido del internet logra millones de views gracias a boomers, niños y países que apenas están estrenando WiFi.

Nos fuimos de YouTube baneando a los robots wannabe artistas, a cómo nuestro cerebro está programado para odiar más que amar (gracias cavernícolas), y a McDonald’s tratando de convencernos de que una Big Mac es terapia emocional. Después nos dio por hablar de monjes, retiros de silencio, y la vida zen…

Nos pusimos a recordar lo absurdo de confesarnos con 9 años (¿qué pecado puedes tener? ¿decir groserías y robarle un billete a tu mamá?) hasta debatir si vale la pena casarse por la iglesia solo para las fotos bonitas. También hablamos de colegios religiosos, de cómo algunos colegios te obligan a ir a misa y de lo raro que es hacer una comunión en la oficina de un cura.

En este episodio nos fuimos desde el amor-odio con el café hasta los inventos culinarios raros tipo helado de té, pasando por la obsesión de hacer listas para sentir que uno es productivo aunque lo único que tachaste fue “despertar”. También contamos la historia de un barbero que casi nos convierte en carne fría de CSI, y cerramos con la joyita de China: los chupones para adultos. Sí, así de raro como suena.

Unos cubanos, habanos incautados, “Alerta Aeropuerto” y la historia real de Amy Bradley, la joven desaparecida en un crucero de Royal Caribbean en 1998. En este episodio hablamos de lo surreal que es ese programa, cómo operan los aeropuertos con drogas y contrabando, y luego nos metemos de lleno en teorías del caso Bradley: ¿caída accidental, trata de personas o el bajista sospechoso? Un caso que todavía genera dudas, miedo y preguntas sobre lo que pasa en altamar, donde la ley no siempre alcanza.

Este episodio esta bien calidad familia. Hablamos de las consultas medicas recientes del Chef Maurice. Y de su operacion de oído pronto. Las reuniones de Padres en el colegio, y el primer dia de tu hijo. Hablamos del Cumple Años de Kiko, y de su celebracion con Carnita. Sera que los 40 empieza la vida de verdad? Eso pienso Carl Jung, y lo repasamos. Recordamos historias de cuando controlabamos los eventos de diversion en el bachillerato, o Preparatoria, dependiendo de donde hayas crecido. Recomendamos las series y peliculas buenas del momento, en nuestro criterio. Unete a la jodedera mi Broskie!