No eres lo que te dijeron. No eres lo que aguantaste. No eres el daño que otros dejaron en ti.

A veces cargamos con heridas que no son nuestras. Nos definimos por cicatrices que solo cuentan una parte de la historia… pero no toda. Este episodio es un recordatorio claro: No eres lo que te hicieron, eres lo que decides construir a partir de ahí.

Porque hay una fuerza en ti que sigue intacta. Y aunque nadie te la haya enseñado… está esperando a que la reconozcas.

Nos enseñaron a llenar cada vacío con palabras, a justificarlo todo, a explicar incluso lo que no necesita ser dicho. Pero hay silencios que gritan verdades que no caben en una frase. Silencios que incomodan porque desnudan lo que evitamos mirar.

En este episodio hablamos de ese lenguaje invisible… De lo que comunicas cuando callas. De lo que revelas cuando ya no necesitas convencer a nadie. Y de cómo el silencio, a veces, es la forma más pura de volver a ti.

Hay momentos en los que todo se desmorona. Cuando no hay respuestas, ni fuerzas, ni esperanza. Cuando todo parece perdido… y sentimos que no queda nada por lo que seguir. Este episodio no es un discurso motivador, es un refugio para tu alma cansada. Una invitación a quedarte un poco más. A recordar que incluso en la oscuridad más densa, hay una parte de ti que sigue viva… esperando el momento de volver.

Este no es el final. Es ese instante sagrado en el que, sin saber cómo, decides seguir respirando. Y eso, ya es suficiente por hoy.